Las historias del emperador Carlomagno constituyen una fuente imaginativa que sirvió de inspiración en la literatura popular a ambos lados de los pirineos. Tras una fracasada campaña contra los moros en España, el emperador se retiraba de la península cuando, entre los pasos angostos de los Pirineos, su retaguardia es atacada por unos guerrilleros vascos que mataron a muchos caballeros franceses y luego se dispersaron por las montañas, dejando entre los muertos a un conde francés de nombre Roldán. Una historia simple, pero magnificada mil veces por la fuerza de una obra maestra: es la leyenda de la lucha heroica de unos 20,000 franceses contra cientos de miles de musulmanes, que sirvió durante siglos como símbolo por excelencia del occidente cristiano.