Es una novela de aprendizaje y de humor negro, en la que el protagonista, como su nombre lo indica, es un ingenuo optimista que cree que el mundo es un paraíso -aun cuando desde la primera línea, la realidad se encaarga de negarlo-.
Al ser expulsado de su casa, Cándido se convierte en un juguete del destino que recorre un mundo corrompido por catástrofes naturales, designios humanos y, sobre todo, por las religiones. Con ironía y sarcasmo, el autor refleja en esta obra la intolerancia, el fanatismo, los abusos de la colonización en América, los engaños y artificios sociales, y las matanzas originadas por las guerras.