Tendríamos que ser muy ingenuos para pensar que personajes como el Peyote Asesino, el Diablo Zepeda, la Tetona Mendoza o el Santos provienen de mentes sanas y saludables. No, los autores de libros épicos como Sepa la bola o Crónicas marcianas obtienen su inspiración no del sudor de su frente, sino de un tipo muy particular de iluminación divina: aquella que brindan los dioses que alteran los sentidos. Este libro ni recomienda ni disuade: cuenta. Nos relata los viajes que estos dos titanes de la caricatura han realizado a lo largo de sus vidas montados en psicotrópicos y otras golosinas.
Para aquellos que crean que conozcan por dentro y por fuera a los creadores de La chora interminable, están por descubrir el último bastión oculto de sus vidas. La cuarta dimensión. El lado oscuro de la luna. El pelo perdido de Jis. El himno que Trino compuso para cuando el Atlas sea campeón: el libro más revelador de la ilustre carrera de dos de las mentes más retorcidas y geniales que nuestra suave patria haya visto jamás.