En estas tres conferencias dictadas en la Universidad de Virginia a los ochenta y nueve años, pocos meses antes de morir, James Salter desmenuza los aspectos esenciales de su oficio con el mismo tono íntimo y directo tan apreciado por los amantes de la buena literatura. Rememorando sus libros y autores predilectos (entre ellos), Madame Bovary, los cuentos de Bábel, Céline o Faulkner, Salter desgrana los desafíos que invariablemente balizan la carrera de todo escritor: las cartas de rechazo, las reseñas desfavorables o los desvelos económicos. Asimismo, como narrador de vocación tardía, se interroga con acerada lucidez sobre los motivos que lo impulsaron a escribir: ¿fue sólo por dinero? ¿o también en busca de reconocimiento o admiración? Ante las innumerables posibilidades que ofrece la hoja en blanco, Salter nos confía su meditada respuesta: elaborar un estilo que logre captar la experiencia real ante la certeza de que lo que no queda escrito se desvanece.