Lo que su libro hace es manifestar la ignominia en toda esta rudeza.
Aquí no es Miamiu003c/iu003e es un libro de crónicas devastador, luminoso y emotivo. Con facilidad nos lleva de la mano por toda una gama de sentimientos que van de la compasión al asombro, de la dulzura a la impiedad. Parece que está escrito por un sobreviviente, o, digamos, por un exconvicto.
El ojo de Fernanda Melchor es implacable. Mira por nosotros. Nos ahorra el trabajo de desplazarnos a Veracruz y de atisbar en las oquedades más profundas de aquellos hombres forjados en la lucha por la sobrevivencia.