Yu y su familia están en el campo de refugiados de Shek Kong, en Hong Kong. Llevan allí 972 días. Yu se levanta y lo primero que hace es ver el amanecer. Desde ese momento, el sol –un ser libre- lo acompaña en su lucha diaria.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información