La primera novela de Nora Muñiz, A flor de piel, aborda la maternidad desde una perspectiva única. Las vicisitudes de la crianza dentro de un universo oscuro que oscila entre las relaciones madre e hija y un microcosmos del horror. “El secreto siempre sale, ensangrentado”, nos dice la voz inusual que narra esta novela, con breves e incisivas puntadas de ternura. Es la voz de una escritora minuciosa, que antoja una lectura voraz, con la malicia de quien libera una araña por debajo de la mesa: un fi nal que deja sin saliva para mostrarnos que, a veces, el cariño no basta para que ese cuerpo al que cuidamos no se haga daño. David Loría Araujo