Es el turno de Mono de lavar la ropa de todos los animales, así que la reúne toda, la lleva al río, la lava, la cuelga y la plancha. Sin embargo, los animales recibirán una gran sorpresa cuando Mono acabe su trabajo, pues a ninguno le entregará su propio vestido, sino el de otro animal. La confusión general amenaza con desatar un problema y Mono tiene que ver cómo resolverlo.