Después de veinte años, Demián, el protagonista de Recuentos para Demián, ha llegado a la madurez. Tiene cuarenta años, su matrimonio terminó y se encuentra en un momento de crisis. Recuerda a El gordo, el psicoterapeuta que tanto le ayudo en su juventud y que le enseño a enfrentarse a la vida y a despejar sus dudas con un método muy peculiar: contándole cuentos clásicos, modernos, populares, reinterpretados por el psicoanalista para que su joven paciente diera con las respuestas que andaba buscando, descubriera sus deseos y construyera su autoestima.
Finalmente logra encontrar al terapeuta después de mucho buscarlo. Sin embargo, en esta ocasión tendrá que confiar más en sus recursos personales para resolver sus conflictos y encaminar su vida, ante la disyuntiva que se le presenta: elegir entre un nuevo desafío profesional y una mujer que es muy importante para él.